Cuando en una ciudad donde existen aún tradiciones muy importantes de hace décadas, que atrapan al habitante en una realidad de culto a santos, que se viven intensamente, que no es algo pasajero y donde también se mantiene el “pudor” en las bocas mas no sabemos si en la mente necesariamente de las personas, y se presentan una cantidad de personajes que con respeto expresan su sentir a través de ciertos tipos de arte que no son muy populares, no hay mejor manera de llamarlo que “Rebel Party”.
Asistieron una variedad de artistas desde raperos, dj´s, malabaristas, maestros de ceremonia, instrumentistas con bandas de rock, artistas plásticos, también muchos oyentes fieles de estos sonidos y experiencias. La mezcla de géneros siempre genera un espacio experimental donde muchas mentes creativas se cruzan y se nutren unas a otras, eso fue sin duda algo que marcó el evento. Vimos fluidez, experiencia y nacimiento, algunos recién saliendo a la luz, otros veteranos, letras pulidas, interpretaciones de excelente nivel. Trujillo definitivamente es un ejemplo de perseverancia y amor al arte.







