El siempre provocador cineasta colombiano Carlos Zapata vuelve a la carga con una nueva producción audiovisual que ya está dando de qué hablar: “Suricatos Albinos”, una película filmada en un desafiante plano secuencia de una hora y media, cargada de humor negro, personajes excéntricos y un surrealismo que no pide permiso.
Zapata, director de obras como Las tetas de mi madre (2012) —exhibida en festivales internacionales como Guadalajara, Málaga, Chile y Nueva York— y TOPOS (2019), proyecto financiado por el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico de Colombia y estrenado en el Festival de Tallin Black Nights, ha forjado una carrera marcada por su singular voz creativa y, cómo no, por sus conflictos abiertos con la industria cinematográfica colombiana.
Su nuevo proyecto, “Suricatos Albinos”, se encuentra en etapa de postproducción. Filmado en plano secuencia, el largometraje explora la historia de dos viejos amigos que, entre manipulaciones y delirios filosóficos, se ven envueltos en un robo donde incluso el dinero parece más un mito que un objeto tangible. Con tintes gitanos, atmósfera onírica y una mezcla de comedia, tragedia y caos, la cinta promete una experiencia cinematográfica sin precedentes.
“No estaba en la cárcel, estaba en el pasto descansando”. Es una de las líneas que escribe Carlos en sus redes anunciando esta producción.
Una carrera de cine y pólvora
Pero hablar de Carlos Zapata no es solo hablar de cine. Es hablar de una personalidad incómoda, frontal y sin filtro. Su relación con el medio ha estado marcada por tensiones y escándalos. En sus propias redes sociales, ha tenido conflictos con productores y plataformas, como ocurrió con su película TOPOS, la cual —según él— fue alterada y transformada en lo que denominó la “versión burguesa” o “TOPOS GUCCI”.
Este tipo de confrontaciones lo llevaron a abandonar Colombia temporalmente y radicarse en España, en busca de libertad creativa y respeto por su obra. «Sácate mi nombre de tus muelas, que ya pasaron cinco años. Aquí te traigo la QUINTA. En esta, por suerte, no tuve que amenazar a nadie», escribió al anunciar «Suricatos Albinos», dejando claro que la herida con la industria local aún no ha cerrado.
Desde entonces, su mirada ha evolucionado y se ha expandido. Uno de sus trabajos más recientes es el documental Chambao (2024), un retrato íntimo de María del Mar Rodríguez, conocida como La Mari de Chambao. La cinta profundiza en su historia personal y en su recorrido como mujer dentro del mundo musical, mientras documenta momentos clave de su gira XX Aniversario, incluyendo un emotivo concierto en la plaza de toros de Málaga, su ciudad natal.
¿Qué esperar de “Suricatos Albinos”?
La cinta, más que una historia sobre un robo, parece una metáfora sobre el estado actual de las ideas, del arte, de la verdad. Nada es lo que parece: ni los personajes, ni el espacio, ni siquiera el dinero. Todo está en constante mutación, como si el propio relato se desintegrara frente a nuestros ojos.
Zapata, con su mordacidad habitual, parece usar esta película como un nuevo grito artístico, una provocación cargada de crítica al sistema, al poder, al espectáculo, y quizás también a sí mismo.
“Suricatos Albinos” aún no tiene fecha de estreno confirmada, pero ya circulan rumores sobre su posible proyección en festivales europeos. Lo que sí es seguro es que Carlos Zapata no se quedará callado. Y si de algo estamos seguros es que su cine —incómodo, arriesgado, visceral— siempre encuentra la manera de abrirse paso, aun cuando la industria le cierra las puertas.
Créditos: Dirección Carlos Zapata, bajo la producción de RAMA FILMS. El elenco está conformado por Alejandro Aguilar, Salvador Bridge, Nelson Camayo, Iván Jara, Carolina Zapata, Dante Aguilar, Daniel Rodriguez, Tirza Pacheco. En la producción Raúl Rojas y Laura Ramírez, como productor asociado Andrés Abril Jacome, dirección de fotografía Mauricio Vergara Parra (ADFC) foquista Andrés Campuzano, en la cámara Carlos Zapata, dirección de arte Rodrigo Quintero, diseño de vestuario Sarah Ariza, Maquillaje Lili Bonil, Montaje Juan David Osuna, color Alvaro Calero, VFX Daniel Parra, Sonido y Mezcla Ricardo Ortiz, música Leonardo Triviño, guion Carlos Zapata y Samuel Pinazo, Foto Diego Usme.

